Este día visitemos Himeji, que es conocida principalmente por su magnifico castillo. Para llegar a Himeji tuvimos que coger el tren Hikari en la estación de Kyoto hasta la estación de Himeji, el tren tarda 52 minutos en llegar.
El espectacular castillo samurái de Himeji que recibe el apodo de "la Garza Blanca" por el color blanco del yeso exterior, fue construido en el año 1346. El yeso exterior además de ser decorativo, también es ignífugo, algo muy importante si tenemos en cuenta que el castillo fue construido con madera. La construcción que vemos en la actualidad es el edificio original, ya que sus muros nunca fueron destruidos por incendios, terremotos o guerras.
Y esto es algo que, además de por su belleza, lo hace muy popular. De hecho, durante la Guerra del Pacífico en
plena Segunda Guerra Mundial, cayeron varias bombas sobre la torre principal del castillo. Milagrosamente nunca llegaron a explotar,
dejando el castillo intacto hasta nuestros días.
Nada más salir de la estación nos quedemos maravillados con el espectacular castillo, ya que desde la misma estación podemos verlo al
final de la calle. Emprendimos el camino en dirección al castillo cada vez más ilusionados, una ilusión que no quedo pequeña al llegar.
El Castillo es alucinante, no nos extrañó nada que fuera nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y que este considerado como el castillo ¡más bonito de todo Japón!
Nada más llegar a la puerta nos topemos con dos opciones, pagar la entrada solo al castillo por ¥1000 por persona, o por 50 Yenes más también comprar la entrada a unos jardines de la periferia del complejo. Nosotros nos decidimos por comprar también la entrada a los jardines ya que por su bajo coste merecía la pena.
Y ahora si con la entrada comprada nos adentremos al complejo, el Castillo se puede visitar prácticamente en su totalidad,
incluso la parte de la residencia de la princesa, que nos pareció fascinante y con el precio de la entrada nos entregaron una guía explicativa en español que nos sirvió de gran ayuda. Una curiosidad es que para la construcción del castillo no se usaron clavos de ningún tipo, los bloques de madera fueron ensamblados entre ellos, (en la residencia de la princesa podréis encontrar muestras de los diferentes ensamblajes).
Al terminar de visitar el magnifico castillo, nos dirigimos a visitar el hogar del último samurái, el Monte Shosha,
Este lugar es uno de esos lugares poco conocidos por la mayoría de turistas
sin embargo, para mi era imprescindible. Este monte básicamente es un complejo enorme del Templo Engyō-ji formado por varios edificios
relativamente desperdigados que recorren toda la cima de la montaña y es el lugar donde rodaron varias escenas de la película el último samurái, protagonizada por Tom Cruis.
Este monte se encuentra a las afueras de la ciudad, pero a tan solo media hora en bus y al llegar al pie de la montaña cogimos un
funicular que tardo unos 10 minutos en subir a la cima, donde nos dejo justo en la puerta principal del complejo. En cuanto empecemos la visita nos topemos ante una elección de dos caminos a tomar, una subida a la izquierda o
otra subida a la derecha. Después de valorar el mapa, y dado que nos habían recomendado empezar por la derecha, emprendimos la subida, hay que decir que esta subida hace honor a su nombre y en algunos puntos es bastante pronunciada,
pero durante el camino fuimos encontrando estatuillas de budas desperdigadas, e íbamos parando a descansar y contemplarlas, una mezcla de cultura y naturaleza perfecta.
Los edificios principales del templo son el Maniden y los edificios que forman el Mitsunodo.
Al terminar de recorrer toda la cima y quedar agotados, volvimos a bajar con el funicular para volver a coger el bus y volver a la estación de Himeji, donde nos montemos en el tren para volver a Kyoto.
Aparta-hotel Stay Sakura Kyoto Higashi Hongan-jil, esta situado a 10 min andando de la estación de Kyoto, el apartamento esta en un barrio muy tradicional, y esta equipado con cocina, friega platos, microondas, y una pequeña nevera. El baño es típico baño japonés, tanto el W.C., como el propio baño ya que dispone de baño Ofuro, donde podrás bañarte tanto en bañera, como sentado en un pequeño banco y arrojándote agua con un cazo.
Justo a dos calles hay disponible un supermercado, con mucha variedad de comida cocinada.
Durante toda la estancia no conseguimos apagar el aire acondicionado/calefacción por eso le damos esta puntuación.